10 Errores comunes al fabricar cerveza

Estos son algunos de los errores más comunes para quienes están empezando a fabricar sus primeras cervezas.

10 Errores comunes al fabricar cerveza

 

  1. No controlar temperaturas y tiempos de procesos

    Este es un error que se encuentra muy a menudo entre los cerveceros caseros que recién comienzan, el no controlar a conciencia las temperaturas de las distintas etapas del proceso de elaboración. Aunque uno pueda pensar: “unos grados de mas o menos no es nada”… la realidad es que si es importante, y los motivos están a continuación.

     En el macerado, las enzimas que hacen parte de la “magia” en el proceso son muy sensibles a los cambios de temperatura y pueden provocar un cambio radical en el perfil organoléptico de tu cerveza. Como norma general uno puede elegir un rango de entre 65 a 68ºC.

     En el rociado o lavado de grano el rango de temperatura óptima se va entre 75 a 78ºC, por debajo de ese rango habría problemas de filtración y por encima de él arrastrarías compuestos no deseados llamados taninos.

     En el enfriamiento hay dos factores que debemos vigilar, uno es conseguir una temperatura adecuada para la inoculación de la levadura, y la otra es el tiempo gastado en enfriar el mosto, cuanto menos tiempo dejemos el mosto frío sin levadura mejor. Una temperatura de 20ºC aproximadamente es correcta para la mayoría de levaduras ales.

     En la fermentación hay que vigilar que la temperatura no se dispare hacia arriba por dos motivos: El perfil de tu cerveza tendría otros matices que los que esperas, y por un motivo de seguridad, fermentaciones descontroladas pueden hacer ver a tu fermentador como un test de “misil a la luna”.

  2. Ser un creativo constante

    Es cierto que en el mundo de lo artesanal en general y particularmente hablando, uno tiende a ser curioso y creativo.
    Ahora bien, ser demasiado creativo en tus comienzos cerveceros puede ser perjudicial ya que si acaban de controlar los estilos más clásicos no es recomendable aventurarse a hacer “experimentos”. Como dicen, primero aprende a caminar y luego a volar, es bonito querer impresionar a los amigos o familia con tu última cerveza especial hecha con ingredientes super secretos, pero es más lógico y estoy seguro que vas a conseguir un mejor resultado si tienes una buena base primero. Preguntate a ti mismo… ¿soy capaz de elaborar una Pilsen o una Porter como dios manda?.

     

  3. No llevar una libreta de recetas propia

    Al iniciar una receta, sea con un jarabe o todo grano, a parte de seguir las instrucciones al pie de la letra, es necesario ir apuntando los valores de los parámetros u observaciones necesarias en tu propia libreta, hoja de cálculo, pañuelo de papel… ¿Porqué? Si después de hacer 5 lotes de un estilo eres capaz de decirme los motivos por los que te quedo igual de bien como la primera te haré un monumento.
    Lo normal es que no te acuerdes de todos los detalles de tu receta. Elaborar cerveza artesana es un aprendizaje continuo que nunca acaba, y sólo los que se fijan en los detalles son los que triunfan. Apuntar los errores es muy importante, primero porque evita que volvamos a equivocarnos y segundo es recordar “cómo conseguiste” esa cerveza que les encanto a todos cuando habías pensado que podría ser un “error” más en tu trayectoria.

     

  4. No tener en cuenta la calidad del agua

    ¿Qué se entiende por calidad de agua? Un agua con los parámetros fisicoquímicos adecuados para el estilo de cerveza que uno quiera elaborar. Es un factor importantísimo a la hora de elaborar tu cerveza y es uno de los que menos se tiene en cuenta cuando elaboras tu primera cerveza. Lo ideal es ajustar el contenido de sales y el pH a los valores adecuados según el estilo de cerveza que vayas a realizar. Para conseguir un ajuste correcto es necesario unas serie de instrumentos que al principio no es necesario realizar esa inversión, para empezar e ir agarrando confianza, lo mejor es usar agua de botella que conoces su contenido en sales.

  5. Improvisar con los utensilios

    Arrancar a elaborar la cerveza sin todos los utensilios puede llevar a que uno “improvise” con algo parecido pero no igual. Depende de la improvisación puede ser mortal para el proceso final. Un ejemplo de ello sería el uso de molinillo de café para moler la malta, o emplear un termómetro de mercurio para controlar la temperatura

  6. Sobrevalorar los ingredientes de calidad

    En este apartado nos encontramos a dos tipos de persona:
    La primera piensa que elaborar cerveza artesanal con cualquier ingrediente o materia prima obtienes la mejor calidad de cerveza y por tanto para que pagar de más si obtendré el mismo resultado a la mitad de precio. Generalmente, siempre puede haber alguna excepción, pero si uno paga más por un ingrediente normalmente te aseguras un resultado más reproducible.

    El segundo tipo de persona es la que sobrevalora el uso de productos de calidad, dejando en manos de esa calidad el resultado final de la cerveza elaborada. Si el resultado no es el esperado, arremete contra los ingredientes comentando que seguramente alguno de ellos no era lo suficientemente fresco y nunca siendo lo suficientemente humilde para reconocer que a lo mejor, y sólo a lo mejor es porque puede que haya habido un mínimo de culpa por parte de uno mismo.

     

  7. PRIMING correcto

    Con este error nos referimos a dosificar en exceso azúcar (en cualquiera de sus variantes). Hay que tener mucho cuidado ya que puede provocar una sobre-carbonatación y en consecuencia una sobrepresión que acabe en la “explosión” de la botella en cuestión.

  8. No seleccionar las botellas adecuadas

    En el mundo de la cerveza artesanal los detalles marcan la diferencia y este es uno de ellos. Ustedes van a decir… es una botella ¿no? GRAN ERROR, como todo en esta vida depende… ¿de qué depende?. ideal si puedes escoger una botella de vidrio especial para cerveza, ya que las paredes son más gruesas, por tanto, aguanta más presión.

     

  9. Mal higiene de los instrumentos

    No se imaginan la cantidad de gente que pasa por alto algo tan de sentido común como tener las herramientas de trabajo bien limpias. Por otro lado, la gente que limpia demasiado creyendo que duplicando el volumen o tiempo se consigue una limpieza más efectiva.
    Si tu proveedor especifica unos valores, por algo será. Una vez que tu mosto se ha contaminado, digamos que del resultado final puede salir cualquier cerveza menos la que esperabas. 

  10. No ser paciente ni constante

    El proceso de elaboración es largo y tedioso en algunos momento, por tanto, debes tener paciencia para que se cumplan los tiempos estipulados.
    Un error común es que el cervecero casero abre el fermentador para ver como va la actividad de la levadura corriendo el riesgo de contaminación.